Muchos investigadores han encontrado restos fósiles de
organismos que no se parecían a los conocidos en la naturaleza. Tuvieron que
interpretar, comparar y estudiar para así poder describir sus particularidades
y el medio que los rodea.
Es muy probable que varios seres mitológicos hayan
surgido como una explicación de la presencia de estos restos y de la
imaginación de quienes los encontraban.
Sin embargo, estas explicaciones no convencían a todos
acerca del origen de los restos, huellas o rastros encontrados. A algunas
personas les producían más dudas, especialmente a quienes sostenían la idea de
que eran restos y rastros de organismos del pasado.
El geólogo británico Charles Lyell (1797-1875) publicó
en 1830 un libro llamado Principios de
geología. En este se propuso que la corteza de la tierra había llegado a su
forma actual mediante cambios constantes.
Pensó que los volcanes y la erosión, entre otros
factores, habían contribuido a ello. Para realizar estos cambios deben
transcurrir periodos muy largos de tiempo. El autor establece en su libro que
la corteza terrestre es dinámica, se mueve y está en constante cambio.
Los restos fósiles de algunos organismos que vivieron
en otra época y que al morir quedaron en la superficie fueron cubiertos por
varias capas de sedimentos, tierra y otros organismos que los preservaron.
A los restos, huellas e impresiones que dejaron esos
organismos, como las plantas y los animales que vivieron hace miles o millones
de años, se les llama fósiles.
La palabra fósil deriva del término latino fossilis,
que significa “excavado”. Los restos de los organismos encontrados deben tener
al menos 10 000 años de antigüedad para que se les considere fósiles.
En el caso de los fósiles, es importante el tipo de
suelo en el que quedan sepultados los organismos. Por ejemplo, el fino
sedimento que se encuentra a la orilla de un lago permite una impresión mejor
que la que se puede lograr en una superficie sólida.
Muchos de los fósiles que se encuentran son restos,
huellas e impresiones de los organismos originales preservados a lo largo del
tiempo por la acción de procesos naturales como la sedimentación, la
permineralización, la cristalización y la carbonización, entre otros.
Algunos fósiles pueden ser tan precisos que es posible
notar detalles de partes duras, por ejemplo los corales, conchas, huesos y
vertebras o las partes blandas de hojas, tallos, semillas, músculos, piel o
plumas de aves.
La interacción del registro fósil que hacen geólogos y
paleontólogos sugiere la evidencia de extinciones masivas de numerosas
especies. Algunas fueron ocasionadas por cambios drásticos en la formación del
relieve terrestre, otras por cambios en el clima y otras por la actividad
humana.
Estratificación
La estratificación es el proceso mediante el cual se
forman las distintas capas del suelo de la tierra. Esto nos brinda la
posibilidad de ubicar los fósiles.
Si encontramos un estrato o afloramiento con
características como las del tipo de fósil que contiene, se puede interpretar
cuándo se formó y qué estratos están arriba o debajo de él.
La ubicación de los fósiles proporcionan al
investigador información por lo que representan y también por la condición en
que se descubren: el lugar, los organismos que los acompañan y sus hábitos.
Una vez que los investigadores han localizado los
registros fósiles, los extraen y los llevan a un laboratorio especializado para
examinarlos y estudiarlos durante los siguientes años.
El estudio e interpretación de los registros fósiles y
las comparaciones que hacen de ellos los investigadores permiten aprender del
ambiente donde vivieron, establecer la relación con los cambios ocurridos en el
tiempo, la abundancia de los organismos, la aparición de nuevas especies de
animales, plantas y, en algunas ocasiones, comprender sobre los procesos que
dieron origen a su extinción.
La interpretación de los registros fósiles, junto con
la evidencia de transformación de la corteza terrestre y la observación de
plantas y animales, le sirvieron a Charles Darwin (1809-1882) para escribir su
libro El origen de las especies publicado
en 1859.
En él estableció que los seres vivos cambian de manera
lenta y constante, y que estos pequeños cambios se heredan de generación en
generación. Si las condiciones del ambiente son favorables en relación con los
cambios, los organismos sobreviven.
Darwin plantea que los individuos de una misma especie
nacen con diferencias entre sí. Las características que los hacen diferentes
intervienen como ventajas o desventajas.
Los organismos con ventajas en determinado ambiente
pueden dejar más descendencia que otros individuos con características
distintas que se hallan en las mismas condiciones.
Darwin llamó a este mecanismo selección natural. Que es
la base de la evolución de la vida. Gracias a ella, los organismos con más
éxito reproductivo logran sobrevivir en mejores condiciones y desplazan a los
que no pueden heredar su información a lo largo de generaciones.
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